Acupuntura una
práctica milenaria
La medicina tradicional china,
incluye prácticas de relajación, meditación, aromaterapia y acupuntura, a diferencia
de la medicina occidental que limita el tratamiento al organismo físico a
través de cirugías y fármacos.
Estas dos versiones de la medicina,
por años han sido confrontadas científicamente, sin embargo, en la actualidad
es común que médicos occidentales recurran a
la acupuntura como una alternativa complementaria para el tratamiento de
variadas enfermedades.
Beneficios de la acupuntura
A través de la inserción de agujas
en puntos específicos del cuerpo a los que se le llaman meridianos, se alcanza la
relajación de nervios comprimidos. Así pues, dolores conocidos como neuralgias,
son desinflamados con un simple pinchazo, sin embargo, la acupuntura persigue además la
salud espiritual y emocional del paciente.
Vertebras que comprimen
terminaciones nerviosas, malas posturas que inflaman nervios y dificultan
movimientos corporales causando dolencias, rara vez son superados por
tratamientos farmacológicos dado que solo calman momentáneamente,
mientras que gracias a la acupuntura, se tratan estas compresiones liberando el
dolor y mejorando la calidad de vida del paciente de forma prolongada.
Una alternativa cada vez más popular
Dado que se ha demostrado el poder sanador de la acupuntura, actualmente
tanto médicos como veterinarios a nivel mundial, complementan con esta práctica
milenaria los tratamientos de sus pacientes.
Fibromialgias, neuralgias, presión
intraocular, inflamaciones del colon, del sistema urinario, del sistema
reproductor e incluso estados de ánimo son tratados de forma complementaria a
través de la acupuntura.
Se trata entonces, de una terapia
milenaria proveniente de la cultura oriental, adoptada poco a poco por la
medicina occidental, y aplicada como una alternativa que ayuda a reequilibrar la
energía del organismo, descomprimir terminaciones nerviosas y desinflamar
variados órganos.
En suma, la acupuntura complementa
en gran medida los tratamientos farmacológicos y quirúrgicos, que en ocasiones
no logran de recuperar la energía vital del organismo en forma irreversible.